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lunes, 2 de abril de 2012

Son los momentos silenciosos, cuando todo está en calma. Cuando lo único que perturba el ambiente de serenidad es el sonido de respiraciones. Son esos instantes, cuando la mirada se me pierde entre los recuerdos. Cuando mi mente deja de funcionar, cuando todo esta en silencio. Es entonces cuando me acuerdo de ti. De todas tus caras y tus lunares. Cuando recuerdo tu rostro, cada milimetro de tu cuerpo que tan bien conocía y ese olor tan característico que me hacía sonreír,es entonces cuando todos los recuerdos deciden llegar. Y es solo entonces cuando me permito sentir. Cuando abro la barrera de mi interior y todo llega. La melancolía, el anhelo, los recuerdos, la ira, el remordimiento y el dolor. Demasiados sentimientos y emociones que hacen que mi pecho se quiebre en un profundo suspiro. Y es entonces cuando decido esconderme, lejos del mundo. De mi cabeza, huyo y me cierro en mi misma. No puedo soportarlo porque lo único que consigo es llorar, de rabia, de pena, de dolor y de enfado. No quiero llorar, no quiero sentir lo que siento. No quiero ser lo que soy y por eso decido huir y esconderme. Todo es mucho más fácil así. Dejaré esa parte de mi escondida hasta que un día acabe por desaparecer, estoy segura de que lo hará.

1 comentario:

  1. Me encanta tu blog! Bonita reflexion.
    Acabo de empezar con un blog de moda ¿me ayudas? http://streetstylecloset.blogspot.com.es/
    Muchas gracias :)

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